Los vinos Pet Nat son aquellos que se caracterizan por ser vinos naturales espumosos, con bajo grado de alcohol y muy populares entre los apasionados.
¿Qué son los vinos Pét-Nat y dónde surgen?
El término Pét Nat procede del francés y se designa a vinos naturales ligeramente espumosos. El término Pét Nat alude al estilo y a la forma en la que se han elaborado esos vinos.
El boom actual de estos vinos espumosos hay que localizarlo inicialmente en la región vinícola francesa de Loira, y más concretamente en los años 90 del siglo pasado. En esa época se viven los primeros pasos de los vinos naturales y algunos elaboradores, entre los que se encontraban Thierry Puelat y Christian Chaussard a quien se le atribuye la creación del término Pét Nat, el cual se encontraba experimentando en la bodega con productos sobre los que realizaban mínimas intervenciones.
Introducción a los vinos Pét - Nat
La aparición de los vinos Pét-Nat pudo deberse a un accidente fortuito o a una búsqueda, pero, de cualquier manera, se convirtieron en esos vinos que se compartirían en un acontecimiento con amigos. Poco a poco, puede que por ser un sistema de elaboración más fácil y barato que el método tradicional, se comenzó a investigar un poco más y en los últimos años se ha internacionalizado con vinos procedentes de muchas más regiones productoras.
Vino espumoso y sus principales productoras
Este tipo de vino espumoso resulta agradable al paladar, y se produce tanto en variedades tintas como blancas o rosadas, a diferencia de otros espumosos de segunda fermentación.
En España, en Cataluña en particular, se destaca por la producción de estos vinos, aunque regiones como Andalucía, Extremadura o La Mancha también elaboran este tipo de vinos.
Proceso de elaboración y características del vino Pét - Nat
El Pét -Nat es un vino espumoso natural que solo requiere de un fermentado primario, ejecutado en dos fases.
En la primera fase el fermentado se produce en un envase, normalmente de acero inoxidable, que permite que las levaduras comiencen a convertir los azúcares de la fruta en alcohol.
Luego, en la segunda fase el mosto se coloca dentro de la botella, posteriormente sellado con una tapa de corona (chapa). Es en este momento donde las levaduras absorben el azúcar para generar la sensación burbujeante en cada sorbo.
Esta elaboración se compara con una fermentación natural, y por tanto al no tener una gran intervención se puede observar en estos vinos, turbideces y colores menos brillantes, al igual que hay quienes no toleran sus aromas y matices.
Los grandes catadores califican los vinos Pét Nat como frescos y salvajes, con una textura burbujeante que ha vuelto a conquistar al público.
Tipos de vinos Pét - Nat
Los vinos Pét- Nat se caracterizan por ser vinos blancos, rosados o tintos, de añada, elaborados principalmente en regiones frías, que presentan niveles bajos de azúcar residual y son ligeramente espumosos. No debemos compararlos con los vinos Premium, sino que estos vinos Pét – Nat están elaborados para que se consuman en situaciones sociales informales y desenfadadas.
Vino Rosado Espumoso
Los vinos rosados del estilo Pét-Nat son vinos espumosos que han sido elaborados siguiendo un método ancestral y natural de fermentación.
En términos de perfil de sabor, los vinos rosados suelen ser conocidos por su equilibrio entre la fruta fresca y los sabores más ligeros y herbales. Un vino rosado típico puede ofrecer notas de frutas como fresas, frambuesas, cerezas o incluso cítrico, junto con toques florales y herbales. La acidez suele ser moderada, lo que proporciona una sensación refrescante en el paladar.
Vino Blanco Espumoso
Los vinos blancos espumosos elaborados a través de método Pét-Nat destacan por sus aromas, sabores y estructura. Suelen ser vinos con carácter concentrado, frutales y con particularidades únicas que se reflejan en sus propiedades y matices a suelos y al microclima de la zona de la que procede.
¿Cómo maridar un Pét - Nat?
Los vinos Pet- Nat tienden a ser vinos espumosos relajados, divertidos, lo que los hace versátiles en su maridaje. Van muy bien con muchos tipos de comida, desde platos ligeros hasta productos fritos.
En cuanto al momento de degustarlos, cualquiera. Desde el aperitivo si tienen poco alcohol porque suelen ser más refrescantes, la comida si son aromáticos, con algo más de cuerpo para una tarde de barbacoa o incluso como acompañante de un postre si tiene ese puntito dulce.
Para aquellos que aún no han tenido ocasión de degustar estos vinos, les invitamos a hacerlo. Descubrirán que, tras una botella de vino ancestral, se esconde una variedad recuperada con mucha historia que debe ser disfrutada con burbujas.
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